If we keep doing what we're doing, we're going to keep getting what we're getting.
Stephen Covey

28.11.08

Tener la sensación de poder cambiar algo


Reportaje publicado en la revista Deutschland
El conocimiento y la creatividad son las bases del crecimiento futuro. ¿Cómo cambia el mundo laboral, a quiénes afectan las transformaciones y dónde se hallan los centros creativos? Una entrevista con el profesor Nico Stehr
Martin Orth

Pr. Stehr, usted estudia los procesos de transición de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento. ¿Qué caracteriza esa transformación?
La sociedad del futuro, que ya se perfila en el horizonte, se basará en el conocimiento. Cuando, a comienzos de los años 80, introducimos el concepto de “sociedad del conocimiento” en el debate científico nos preguntamos cuáles serían las fuentes del crecimiento en el futuro y cómo se genera valor en la sociedad moderna. Ese concepto pudo imponerse en los últimos años a otros términos similares, como el de “sociedad postindustrial”, porque arroja interrogantes sumamente interesantes en relación con el Estado y el desarrollo de las sociedades modernas. El concepto de sociedad del conocimiento puede ser aplicado no sólo a la sociedad en general, sino también a las grandes instituciones sociales modernas, como el Estado, la economía, la Iglesia, la familia y la ciencia. El término “sociedad postindustrial”, por el contrario, apunta hacia una dirección equivocada. Pues la industria, el sector de producción, que fabrica automóviles, refrigeradores, aparatos de televisión y cosas similares, no pierde importancia. Sólo que cada vez menos gente trabaja en la industria.
¿A quiénes afectan esas transformaciones?
En principio a todos los seres humanos. En el mundo laboral, en la industria, en los servicios, pero también en la agricultura, en todos los sectores de la economía se producen cambios fundamentales, apuntando todos a que vivimos cada vez más en una sociedad del conocimiento. También el agricultor debe tener hoy un alto grado de conocimientos, para poder entender procesos complejos y operar complicados dispositivos técnicos.
¿Qué impulsa ese proceso?
Lo nuevo no es la existencia de trabajo basado en conocimientos, ya que “expertos” siempre han existido. Lo nuevo es el gran número de puestos de trabajo que exigen grandes conocimientos, así como su considerable participación en el empleo total y la rápida disminución de los puestos de trabajo que exigen sólo pocos elementos cognitivos o en los que las personas producen o transportan cosas. Además, las personas que ingresan ahora al mercado laboral lo hacen con muchas más cualificaciones, expectativas e independencia que antes. Ello generará más transformaciones radicales en el mundo del trabajo.
¿Qué importancia tienen las competencias sociales en la sociedad del conocimiento?
Una de las cualificaciones más importantes en ese mundo laboral son no sólo las capacidades cognitivas, sino también las competencias sociales, como la convicción de poder adaptarse y transformarse. En otras palabras: una nueva conciencia. La gente joven y bien cualificada tiene hoy la sensación de poder cambiar algo.
¿Qué consecuencias tienen para el orden social los cambios en el mundo laboral?
La sociedad del conocimiento es una sociedad frágil, es decir, una sociedad en la que las grandes instituciones, como el Estado, la Iglesia y los grupos económicos, pierden influencia. No pierden nada de su poder y autoridad tradicionales, pero sí pierden en relación con el individuo, con pequeños grupos, que están cada vez más en condiciones de socavar las grandes instituciones. Además surgen nuevas relaciones entre los grupos económicos y los consumidores, los trabajadores y los gerentes, los estudiantes y las universidades. Ésa es una de las transformaciones más importantes en la sociedad del conocimiento. Pero ello no significa que ese proceso abarque a todos los individuos. Siempre existirán pioneros, líderes de determinados procesos que luego serán seguidos por todos. Quienes decidan inmiscuirse desempeñarán en el futuro un gran papel.
¿De dónde provienen los creativos?
En la historia de Europa y América del Norte no existe ningún proceso comparable a las experiencias que han realizado los seres humanos en las últimas décadas, particularmente entre 1950 y el 2000. Al final de ese período, la permanente amenaza de inseguridad económica, que antes se cernía sobre casi tres cuartas partes de la población, afecta como mucho a aproximadamente un quinto de la gente. Si bien incluso en las sociedades más ricas continúa existiendo la pobreza absoluta, no sólo el estándar de vida de la mayoría de la gente mejoró de forma casi ininterrumpida, y a menudo muy rápidamente, durante 40 años, sino también sus posibilidades educativas. Lo que caracteriza la singularidad de las experiencias de las actuales generaciones es sobre todo una mayor educación y el bienestar general. Esos cambios sociales generales son la base para el surgimiento tanto de mucho mayores exigencias en cuanto a creatividad como a la multiplicación, históricamente sin precedente, del número de seres humanos creativos.
Su colega norteamericano Richard Florida proclama incluso “The Rise of the Creative Class”, el ascenso de la clase creativa, y lo califica de factor decisivo para el éxito…
Efectivamente, en las sociedades del conocimiento, la creatividad, los factores cognitivos, el conocimiento y la información conforman la mayor parte de los activos de una empresa. En otras palabras, a excepción de los bienes y servicios particularmente estandarizados, la producción es determinada cada vez menos por la cantidad de trabajo tradicional realizado y el capital físico empleado. Hoy por hoy es muy difícil decir hasta qué punto los puestos y contextos de trabajo existentes están ya en condiciones de emplear a personal con crecientes capacidades y exigencias creativas. No obstante, puede partirse de que esas posibilidades de trabajo serán cada vez más necesarias y posibles, a saber, en la medida en que las empresas se den cuenta de que los puestos de trabajo con mayor autonomía, posibilidades de acción y responsabilidad serán una condición para el éxito empresarial sostenido. Por ello, las empresas se verán cada vez más obligadas a poner a disposición ese tipo de puestos de trabajo y a no impedirlos.
Richard Florida afirma que la “clase creativa” desempeña un papel decisivo para el éxito de ciudades y regiones. La prueba: el desarrollo de las ciudades y regiones estadounidenses. ¿Pueden identificarse así también “sitios creativos” en Alemania?
Una importante ley del desarrollo de las sociedades en general continúa teniendo vigencia también en la sociedad del conocimiento: la simultaneidad de lo no simultáneo. La ley de una existencia paralela, tanto en el tiempo como en el espacio, de diversos procesos sociales asegura que diferentes ciudades y regiones del mundo se vean afectadas en forma muy diferente por el desarrollo de la sociedad del conocimiento. También en la sociedad del conocimiento existen formas de producción industrial y creencias religiosas provenientes de sociedades tradicionales.
¿Y ello qué significa, tomando como ejemplo una región?


Tomemos como ejemplo la ciudad de Friedrichshafen, que si bien se halla ubicada en el sur profundo de Alemania, tiene todo lo que hace a una ciudad creativa. Por un lado posee una industria desarrollada, que fabrica motores para barcos, partes para automóviles y satélites. Por otro, un entorno atractivo, con muchas posibilidades para pasar el tiempo libre a orillas del Lago de Constanza. Y ahora también posee una universidad muy acreditada. La tasa de desocupación es una de los menores de Alemania y la ciudad es la que más atrae a académicos y jóvenes. La gente es creativa y se siente bien.


La revista "Deutschland" se edita en once idiomas y es distribuida en 180 países. "Deutschland": una revista destinada a quienes toman decisiones. "Deutschland" analiza lo que se esconde detrás de las noticias, informa sobre temas de actualidad en Alemania y Europa y sobre las relaciones bilaterales entre Alemania y diferentes regiones del mundo. Unos 1,5 millones de personas en todo el mundo leen "Deutschland". La revista es publicada bimestralmente por la editorial Societäts-Verlag, Fráncfort del Meno, en cooperación con el Ministerio de Relaciones Exteriores, Berlín.

Un pueblo, Un producto

Traducido de «'Isson Ippin' de Ajia o sukuu», publica­do en Voice, enero de 2008, págs. 186-91; versión resumida. Cuadernos de Japón Volumen XXI, Número 1, 2008

Salvando a Asia con el movimiento «un pueblo, un producto»

 por HIRAMATSU Morihiko [i]

Los notables desequilibrios regionales en Japón se han convertido en una cuestión política capital, aun­que este fenómeno no es exclusivo de nuestro país. En todo el mundo, incluyendo a China y otros países asiáticos, África y Occidente, la cuestión más impor­tante en la actualidad para los dirigentes políticos locales es cómo vigorizar sus comunidades. El poder político y las actividades económicas se han concen­trado en las áreas metropolitanas y las regiones peri­féricas se han rezagado.

El movimiento «un pueblo, un producto» (OVOP, en sus siglas en inglés), originado en Õita, lejos de Tokio, en la isla japonesa de Kyushu, ha suscitado el interés de gobernantes y alcaldes de todo el mundo. Los líderes de los países que participan en este movi­miento celebraron la primera cumbre del OVOP en Chiang Mai, Tailandia, en septiembre de 2004. En este artículo quiero analizar el movimiento OVOP tal y como ha evolucionado en diversos países y la «diplo­macia local» que la prefectura de Õita va a desarrollar con ellos.

Comencé a preparar el proyecto de este movi­miento en la década de los 80, siendo gobernador de la prefectura de Õita, en un intento de transformar los productos que se podían encontrar solamente en nuestra prefectura en mercancías aptas para los mer­cados nacional e internacional. La idea de «un pue­blo, un producto» no se limita artículos físicos, sino que comprende también el turismo ecológico con vis­tas a la preservación del entorno local y el desarrollo de un ocio sin prisas, además de permitir a los jóve­nes de las ciudades realizar tareas agrícolas, consumir productos frescos del campo y experimentar de primera mano los trabajos de la siembra y cosecha del arroz. Este movimiento incorpora bienes tangibles e intangibles en sus acciones para contribuir a la revitalización local, como centros turísticos, instala­ciones culturales y organización de eventos.

Un buen ejemplo de ello es el caso del shochü, un alcohol de cebada típico de Õita y ahora un producto OVOP. Este alcohol se considera inferior al sake, pero llevé una muestra para los clientes de los restaurantes de primera clase de Tokio. Lo serví mezclado con agua caliente e introduje la práctica de tomarlo con unas gotas de kabosu (un cítrico parecido a la lima muy común en Õita). «Esto es magnífico», fue su reacción, y la bebida ganó aceptación rápidamente. La popula­ridad de las marcas Kitchomu e iichiko hicieron subir la cuota de mercado del shochü de Õita, que era del 1,0 % en 1975, al 14,9 % en 2003 -el 30 % en la categoría de shochü auténtico-, convirtiendo a Õita en el principal productor de esta bebida. El shochü de Õita se exporta actualmente a países como China, y es un ejemplo ilustrativo de un producto tanto local como global.

Aparte del shochü, otro ejemplo de OVOP puede encontrarse en el Estrecho de Hoyo, una parte del Canal Bungo entre las islas de Kyushu y Shikoku. El aji (jurel) y la saba (caballa) se capturan en las rápi­das corrientes del estrecho mediante técnicas de pesca con pértiga, se tratan en Saganoseki, Õita, y se venden con la marca Seki. Su precio se sitúa en torno a los 5.000 yenes el kilo como marca OVOP, el doble del precio de un pescado sin marca. Esta manera de crear un producto con la marca. Õita es otra de las técnicas del movimiento OVOP.


El OVOP en un contexto más amplio

No será el «poder duro», representado por el poder militar y político el que elimine las fricciones entre los países y establezca relaciones internacionales amis­tosas; más bien lo logrará el «poder blando», un con­cepto desarrollado por Joseph NYE, profesor de la Universidad de Harvard. Se trata de que la diploma­cia local, que promueve los intercambios entre las personas a través de actividades culturales y medi­das de revitalización regional como el OVOP, es la que acercará la paz a Asia y al resto del mundo.

Aunque tengo más de ochenta años, continuó via­jando por países de Asia y África y recibo a delega­ciones para promover el movimiento OVOP, todo ello con la esperanza de que, a pequeña escala, estas acciones puedan contribuir a la paz en Asia y en el mundo. Al mismo tiempo, quisiera dar a conocer más el OVOP en Japón, el lugar donde nació.

Para terminar, resumiré los principales puntos del movimiento OVOP.

1. Autodependencia y creatividad

Los organismos municipales no deben financiar la creación de productos bajo la bandera del OVOP. De hacerlo, se podría provocar el desmoronamiento del sistema una vez agotados los fondos, lo cual no con­tribuiría al desarrollo de productos locales capaces de competir en los mercados globales.

Para estimular el entusiasmo por formar parte del OVOP, dije a la gente de Õita: «La prefectura ayudará a aquellos que se ayuden a sí mismos». Acordamos que las instituciones de investigación de la prefectura (como el Instituto de Investigación Micológica, el Instituto de Investigación de Floricultura y el Centro de Formación de Artesanía del Bambú de la Prefectura de Õita) guiarían a aquellos que tomasen la iniciativa de crear sus propios productos, y organizamos ferias en Tokio para exponer los artículos del OVOP de Õita, junto con los productos alimenticios locales. Esta cla­se de tareas competen al Gobierno.

Los propietarios de posadas tradicionales japonesas del municipio de Yufuin, que ahora ya forma parte de la ciudad de Yufu, tuvieron la idea de convertir la zona en un centro cultural, y lo consiguieron organi­zando festivales de música y cine. También presiona­ron a las oficinas prefecturales y gubernamentales para que limitaran la altura de los edificios a fin de impedir que los hoteleros construyesen edificios altos en esa zona.

La prefectura confecciona un mapa del OVOP para sus pueblos y ciudades, pero para decidir qué pro­ducto puede venderse bajo la marca OVOP es nece­sario basarse en las propuestas de cada municipio.

2. Desarrollo de recursos humanos

El éxito del movimiento OVOP pasa por la preparación de dirigentes locales innovadores. Para alcanzar este objetivo, mientras era gobernador creé pequeñas ins­tituciones educativas que ofrecían un programa de estudios sobre el desarrollo de comunidades en 12 puntos de Õita. Cada escuela podía acoger a treinta alumnos, y yo era su director. Los alumnos tenían ocu­paciones diversas y entre ellos había campesinos y comerciantes que tenían negocios en los distritos comerciales, amas de casa y funcionarios públicos de todas las partes de la prefectura. En la primera mitad de los dos años del programa, aprendieron el aspecto práctico del desarrollo de comunidades a través de conferencias presentadas por personas que habían contribuido de forma tangible a la revitalización local, tales como el director de la cooperativa agraria de Oyama, restauradores de Yufuin y ejecutivos de las compañías de shõchu. En el segundo año, los estu­diantes presentan su propio plan de revitalización, que pasa una revisión previa por expertos y después me lo hacen llegar a mí. Los planes más prometedo­res se implementan de inmediato.

En el siglo XXI nos encontramos en un mundo que no se preocupa tanto del aumento del producto interior bruto como de la satisfacción nacional bruta. Los gobernadores de las prefecturas pueden hacer cuanto puedan para que el Gobierno central, con la ayuda de parlamentarios de su jurisdicción, destine fondos del presupuesto nacional para invertirlos en carreteras y ríos y la construcción de lujosos edificios públicos, pero con esto no lograrán el apoyo de los ciudadanos. En cambio, si la gente tiene un producto OVOP del que se siente orgullosa, ello fomentará un sentido de identidad como ciudadano regional y nacional que dará mucho más sentido a sus vidas. Por mi parte, continuaré dedi­cando mis modestas capacidades a la causa de la satisfacción nacional bruta de los habitantes de todas las regiones del mundo. Esto es lo que significa "pen­sar globalmente y actuar localmente».

[i] HIRAMATSU Morihiko es doctor en Derecho por la Universidad de Tokio. Fue gobernador de la prefectura de Õita de 1979 a 2003. Se doctoró en Ciencias Políticas en la Universidad de Ritsumeikan. En la actualidad es presidente del Comité de Promoción del Intercambio Internacional del OVOP de Õita. Es autor, entre otras obras, de Isson ippin no susume (El poder del movimiento «Un pueblo, un producto»).

15.9.08

Por qué el arte y la cultura son un negocio exitoso

Por Jeffrey Meulman

Traducción: D.I. Luis María Lafosse

Artículo publicado en el Boletín del Consejo Internacional de Asociaciones de Diseño Industrial.

La siguiente nota es ilustrativa de lo que hoy y desde hace un tiempo esta sucediendo culturalmente en Europa y que tiene un gran alcance en cuanto al desarrollo de Azul a partir del proyecto Azul Ciudad Cervantina. Ciudad Cervantina es un proyecto cuyos límites pondremos nosotros mismos en función de nuestra visión y capacidades colectivas para alcanzarla.

Nota del traductor: La presente nota de opinión esta escrita en Holanda y menciona entre otras cosas marcas para muchos de nosotros desconocidas. Pero son empresas con productos denominados “de autor” que son aquellos que son proyectados por diseñadores reconocidos que le agregan valor. También se citan lugares, personas y eventos para nosotros hoy desconocidos pero que no interfieren con la comprensión general del artículo.

Pensando acerca de involucramiento cultural, la primera cuestión que viene a mi mente es: ¿cómo es posible no involucrarse culturalmente? Mi propio involucramiento cultural se ha incrementado espectacularmente desde el descubrimiento de una verdadera pieza de arte en mi heladera: una pequeña botella de salsa de carne diseñada en 1972 por el reconocido diseñador en vidrio Floris Meydam. Luego de continuar un poco más con mi investigación, observé que mis botellas de cerveza Grolsch, que son diseños originales de Koen van Os en 1962, fueron un ejemplo de “rediseño” de Meydam”. Comencé a ver arte por doquier.

No terminaba de comprender. !Había estado viviendo en un museo sin darme cuenta!. Intrigado le di una vista a mi colección: mi versátil Hans Citroën, mi sofá Gispen, la lámpara Lumina, las sillas Vitra, mis pantalones Han Ubbink. Aun el aspecto inocente de mi taza de café Ikea que aparecía diseñada por una artista llamada Susan Prike que terminó sus estudios en 1994 en el Royal College of Art en Londres. Ahora algunos podrían decir que darse cuenta de la influencia del arte en nuestras vidas cotidianas no es lo mismo que involucramiento cultural. ¿Pero hay una real diferencia entre contemplar una taza de café en casa y contemplar la misma taza en un museo? Pienso que no. Es meramente un asunto de contexto.

Cercano a mi propia pequeña microeconomía particular, veo cierto macrodesarrollo acercándose. Pareciera emerger de a poco la ampliamente esparcida creencia que Arte, Creatividad y Cultura pueden en realidad hacernos ganar dinero, en vez de implicar un costo. Aun el Partido Conservador Holandés, el VVD, ha dicho que planea duplicar el presupuesto nacional de cultura, lo que es no menos que una revolución. El arte ha demostrado su poder de “hacer dinero” una y otra vez a través de la revitalización de edificios, ciudades y regiones. Desde el punto de vista del marketing, la imagen de una ciudad como creativa, cultural, artística y vibrante entrega jugosos dividendos.

El impacto económico del arte puede ser enorme. Como un artista marcó: “observa lo que sólo una pintura, La ronda nocturna de Rembrandt, ha redituado para Ámsterdam” (probablemente decenas de miles de trabajos y billones de euros). Al tiempo que el impacto económico del arte es mas reconocido generalmente, muchos abrazaran el arte –indudablemente por razones de oportunidad, ¿pero cual es el problema? El contenido es dinero. Y los artistas pueden generar contenido como ningún otro. Poco a poco compañías privadas y autoridades públicas parecen darse cuenta que esponsorear las artes ya no es caridad: es inversión.

El arte es el producto de la creatividad. La creatividad se ha vuelto equivalente al capital. La creatividad ya no es mas del dominio exclusivo de los artistas. El científico que aparece con nuevas teorías está siendo “creativo”. Ser “creativo” se ha convertido en una profesión en sí misma (y una por la que se paga muy bien). Gracias a la resignificación de las palabras, es posible que la ciudad de Utrcht se autodefina como La Ciudad mas Creativa de Holanda. Por lo que sea, eso es valor. El término “industria creativa” también parece resignificarse. Para muchos, este término se refiere exclusivamente al sector de diseño, mientras que otros incluyen arquitectura, artesanía, artes visuales y antigüedades, música, teatro, publicidad, diseño y desarrollo de software (esparcimiento). Con esta definición, aun el novedoso ejemplo de los suburbios de Holanda, la ciudad de Zoetmermeer, se vuelve sorprendentemente creativo.

“Resignificación”

El proceso de resignificación en las artes, creatividad y cultura va aun más allá. La presentación de un campeón físico culturista turco como actor de teatro en el Festival a/d Werf en el año 2000 llevo una ardua discusión acerca de si eso era arte, cultura o deporte. Cuatro años después, un cantante holandés realizo su funeral en un estadio de fútbol, con mas de 50.000 espectadores que compartían su dolor, cantando y aplaudiendo mientras estaban asistiendo a un evento multimedial masivo, observado en vivo por televisión por cinco millones de personas. ¿Es eso arte? ¿Es eso cultura?. Bien, ¡para mi se parece a teatro!

La delgada línea entre lo que generalmente es definido como arte y lo que es definido como cultura esta desapareciendo. “¿Qué es lo nuevo de esto?”, te podes preguntar. “¿No consideramos ya a algunas publicidades y videos de MTV como una forma de arte?”... Después de todo, “¿No llamamos a un auto Picasso?”, “¿No hemos declarado una lata de sopas Campbell como una obra maestra instantánea hace cuarenta años?”. Puede ser que lo hayamos hecho. Lo que sabemos es que, dependiendo del contexto en el que las facetas de la vida son presentadas –como deportes, rituales y rutinas diarias- las cosas pueden fácilmente convertirse en arte. Pero lo que en realidad es nuevo es que ya no es sólo el artista quien esta poniendo las cosas en un nuevo marco. La resignificación es un proceso que se esta dando por fuera de la influencia de los artistas. Es más: a nadie parece preocuparle. Sólo producimos y sólo consumimos. Y por sobre todo: nos divertimos.

Estos son tiempos en los que puedo ir y ver al nuevo Robert Wilson el martes; grabar “Amas de casa desesperadas” en mi video hogareño; chequear las recién salidas historietas los miércoles, discutir públicamente el trabajo de Steven Berkoff los jueves, y comprar viejos discos de Harry Belafonte durante el fin de semana. Gracias Dios por la libertad cultural! Nadie juzgara mi gusto. La canasta de las frutas culturales esta sobrecogedoramente llena. Y nadie esta ya prohibido.

Existe una nueva generación en camino a la que no le importan las definiciones –alta o baja cultura, multidisciplinariedad, interculturalidad- ellos lo hacen, uniendo sus fuentes en su propia e instintiva manera Google. Es la generación de los hacedores, de los emprendedores culturales nacidos naturalmente. No es el Ego, es el Producto. No es el creador de políticas, es lo público. Donde sea que uno va por Europa se encuentra con almas gemelas.

El arte esta al filo de su definitiva democratización. No tenés que ser un músico profesional para dar un concierto en vivo; no tenés que ser un entrenado actor para ser una estrella de TV. Puedes ser una celebridad con sólo imitar a otros. Puedes ser conocido por el mero hecho de ser conocido... Podemos publicar nuestros poemas en nuestros blogs. Diseñar nuestras vidas virtuales. Comenzar nuestra propia red de radio o TV en Internet ahora, en este mismo momento. Con una cámara camcorder, podemos tomar nuestros documentales esta noche y transmitirlos mañana.

Bodas y funerales

La comunidad artística parece estar muy de moda nuevamente. El pasado junio de 2007, mas de treinta y cinco realizadores de teatro de todo el mundo asistieron a un seminario sobre teatro para sitios específicos y paisajes para el arte en el Terschellings Oerol Festival. Trabajaron con comunidades locales, en algunos casos agrícolas, que terminaron siendo muy significativas para los artistas involucrados. John Malpede lo estaba haciendo en el este de Kentucky (EEUU); Sjoerd Wagenaar lo hace en la provincia de Drenthe en Holanda; Wu Wenguang en Beijing, China; Jorge Vargas en las áreas de guerrilla de Colombia; y el ex miembro de Dogtroep Jos Zandvliet esta cantando con hooligans (barras bravas) en los estadios de fútbol. Naturalmente, muchos de estos proyectos están basados en estilos de vida, historias, sentimientos y rituales cotidianos como bodas y funerales propios del lugar: la manera demostrada para adquirir el máximo de involucramiento cultural – y lo que es más, la mejor manera de alcanzar el anhelo de identidad cultural en estos tiempos confusos.

Mientras tanto, la elite cultural esta empezando a preocuparse. En un debate de una asociación literaria de Ámsterdam, algunas personas cuestionaban el valor artístico de proyectos como el de cantar con la barra brava del Ayax: ¿“Cantar con los barras bravas? !Bárbaro! ¿Pero quién va evaluar la calidad?” Uno de los miembros en el debate menciono un asesinato frente a un bar de verano, con transeúntes que alegremente aplaudían, pensando que era un muy verosímil acto teatral callejero. Verdad o no quien debatía afirmo que eso era en definitiva de lo que se trataba la resignificación y que preferiría apegarse a las viejas convenciones. Los miembros de la asociación aplaudieron y rieron a carcajadas con una marcada sensación de alivio. Desafortunadamente para quien debatía, el cinismo esta pasado de moda. El involucramiento cultural y la participación son un boom –te guste o no.

Acerca del autor

Nacido en la ciudad holandesa de Leeuwarde en 1969, Jeffrey Meulman ha sido muy relevante en el ambiente cultural desde 1986, curador de arte y gestor cultural de festivales desde 1988. Ha sido un poeta punk, armador de escenarios, animador en el Festival De Parade, técnico, productor, asistente de piso, vendedor de entradas, presentador, asesor de artistas, productor teatral, servidor público, mago, gerente, promotor publicitario, aventurero, secretario, oso bailarín en su propia carpa de circo, consejero artístico, miembro del staff corporativo del estadio general, conductor radial y periodista.

20.6.08

El Desarrollo Local en el pensamiento de Ronco

“...En la primera reunión de vecinos que se efectuó en la Biblioteca Popular, abundaron las actitudes ambiguas y las palabras descreídas de muchos vecinos. Era incontable mayoría la de aquellos que pensaban que la industria de la energía eléctrica escapaba a las posibilidades financieras y al conocimiento de los hombres de Azul. Pero afortunadamente también estaban en la iniciativa hombres de acción que mediante inteligencia y ejemplar perseverancia en el esfuerzo, llevaron la iniciativa a su culminación.

Con estas empresas, que yo quiero llevar a la bíblica multiplicación, tenemos el ejemplo alentador de lo que Azul puede hacer, y tonto sería, por temor al riesgo, pararse estático a contemplar el ejemplo y nada más que contemplarlo...”.

El discurso de Enrique Rodríguez, Presidente de la Biblioteca Popular Bartolomé J. Ronco, en ocasión de los festejos por el 1º Aniversario de la Declaración de Azul Ciudad Cervantina en abril de 2008, de donde se extrae la cita anterior y que pertenece a Bartolomé J. Ronco, dispararon en mi la inquietud de investigar acerca de las ideas de desarrollo que éste abrazaba. Esas palabras las cita Ronco en relación a la creación de la Usina Popular de Azul.

Este hombre, cuyas ideas, recién empiezo a desmenuzar me generaban la inquietud y casi la certeza de que fue alguien que soñó con el desarrollo de Azul, y lo hacía desde un concepto de Desarrollo Local, que hoy es tan actual y vigente.

Para quienes no están familiarizados con el tema del Desarrollo Local, podemos definirlo a partir de tres conceptos: territorial, integrado y endógeno.

En las teorías del desarrollo actual se entiende al Territorio, no como una geografía sino a todo los recursos existentes sobre ella. No contempla sólo lo físico, sino principalmente a las personas que allí habitan junto a otros recursos y el territorio es la dinámica de todos esos recursos interactuando. Integrado pues no es sólo económico ni sectorial. Es a partir de la integración de la totalidad de los recursos y abordando la totalidad de los temas. Por ejemplo, no existe desarrollo económico sin desarrollo educativo, ni viceversa. Finalmente Endógeno. Es decir desde adentro hacia fuera. En otras palabras, no esperar que el desarrollo venga sino salir a buscarlo.

Volviendo a Ronco, sospechaba que atrás de las palabras de ese discurso se escondían estas ideas que hoy son de vanguardia. Lo dejé como asunto pendiente para cuando tuviera tiempo de hacerlo.

Pero leyendo el recientemente editado Mítica Azul: Tierra de Quijotes de Stella Maris Fernández, me crucé con el discurso que Ronco ofreciera en ocasión de la 1º Exposición Cervantes realizada en Octubre de 1932.

De ese discurso que es básicamente un llamamiento a la integración moral de la República rescato tres ideas que me gustaría analizar.

  1. “La Biblioteca Popular de Azul se empeña... ... en dar forma de realidad al pensamiento colectivo... ... de acortar la desproporción que existe entre la enorme ponderación de nuestros valores económicos y los aspectos espirituales”.

Integrado: Ya en 1932 Ronco abrazaba el concepto de integralidad para el desarrollo. No concebía el desarrollo en manos de personas desbalanceadas entre sus valores económicos y espirituales.

  1. “...la Capital deslumbrante no conoce del resto de la República otra cosa que nuestras feraces llanuras, nuestros novillos gordos y las incontables fanegas de granos... ... y la pampa continúa siendo todavía... ... tierra de gauchos, de lejanía y de vacas. El más orgulloso diario metropolitano expresó un día, al comentar sobre un libro publicado en Azul... ... la inusitada sorpresa que el libro no hubiera sido hecho en Buenos Aires”.

Endógeno: Ronco, orgulloso del logro de haber editado un libro en Azul, no tolera el ninguneo que se hace de nuestras ciudades rurales desde Buenos Aires y actúa en consecuencia. No espera que los libros se editen, promueve que se escriban y editen en Azul.

  1. “... una síntesis de aspiración patriótica: ... de que las florecientes poblaciones pampeanas comiencen a construir robustos núcleos propicios e independientes de una adelantada cultura, la de que, en resumen, vaya desapareciendo la agobiante desproporción de valores que media entre una capital pletórica y presuntuosa y las perdidas y anémicas ciudades de provincia...”.

Territorial: Ronco sueña con núcleos de una adelantada cultura en nuestra geografía. Y no sólo lo sueña sino que lo abraza como una causa y lo persigue durante su vida. Hoy aún disfrutamos y empezamos a beneficiarnos de ello.

Sería interesante a través de un trabajo más profundo indagar esas ideas en otros escritos. Pero en sólo tres frases de un corto discurso del año 1932 podemos descubrir huellas de un pensamiento alineado con las teorías más actuales del desarrollo local.

En el discurso sigue Ronco: “La Biblioteca Pública hace ya tiempo que se mueve en ese sentido y con ese pensamiento; sus sueños de ahondamiento y de alturas espirituales, desplegadas en acción, voceando en el ambiente...”

En el siglo XXI y en medio la Economía del Conocimiento, Ronco y la Biblioteca ostentan otra vanguardia y otro adelantamiento que me permito resaltar pues aún hoy es novedoso. El de promover el desarrollo desde una biblioteca y no sólo desde un Municipio, cámaras empresarias, agencias de desarrollo o del IDEB, entidad que hoy me toca presidir. Y a 76 años de esas palabras allí tenemos otra enseñanza. ¿Será también otro aprendizaje?

30.5.08

Democracia sabia

Por Luis María Lafosse*

luislafosse@gmail.com


Los años vividos desde 2002 a 2007 son los únicos en los que cada día al levantarme sentía que estaba en mejor situación que el día anterior. Por primera vez en mi vida, más allá de algunas disidencias, veía que nuestro país y yo estábamos avanzando. La democracia nos había mostrado un camino de vida en paz y era el momento en que empezábamos a transitar, con muchas dificultades, el camino de la recuperación, luego del crecimiento y ahora venía el desarrollo.

Mis dudas respecto a este rumbo se centraban en la falta de apego a las normas, a la constitución y a sus instituciones por parte del gobierno, que son causas para el desarrollo, más que consecuencias del mismo.

A los países corruptos les cuesta desarrollarse mucho más que a los honestos. Y Argentina ocupa el puesto 105º en niveles de corrupción (corrupción y latrocinio público y privado. Porque es bueno tomar consciencia de que también hay corruptos privados).

La debacle de 2001 no la capitalizamos en aprendizaje. Dijimos en esa época que era necesario realizar la reforma política, se creó la Mesa del Diálogo Argentino, numerosas organizaciones comenzaron a organizar eventos para tomar conciencia sobre la importancia de los valores, honestidad, equidad, ética, responsabilidad, se crearon foros privados para el desarrollo, filósofos y sociólogos se convirtieron en columnistas de los principales medios, etc., etc., etc.

Sin embargo, salvo la modificación de la composición de la Corte Suprema, todo siguió igual. Los que se tenían que ir se quedaron, se reciclaron, se reinventaron (como está de moda decir ahora). Y hasta algunos de ellos son hoy “ejemplos” del camino de la transparencia. Todo volvió a la “normalidad”.

Durante los dos meses pasados, siento que el gobierno actual, nunca entendió en qué consiste el conflicto, primero con un sector de la producción, luego con las ciudades del interior y ahora con buena parte de la sociedad argentina.

Los 25 años vividos en democracia han sido en su gran mayoría gobernados por diferentes interpretaciones de un mismo estilo de conducción y gobierno (diecisiete años y medio). Ninguna de las dos experiencias de alternancia a ese modelo y estilo de conducción pudieron terminar su mandatos constitucionales. Fueron interrumpidos y reemplazados. Algunos de los argumentos para tales reemplazos fueron la ineficiencia, la falta de gobernabilidad, inoperancia, etc. Y es importante decir que esto fue convalidado por la ciudadanía, ya sea por el voto o la opinión pública.

A quienes son intérpretes o defensores del modelo reinante, muchas veces se los escucha decir: “somos los únicos que podemos gobernar este país”, “cuando otros tuvieron la oportunidad se tuvieron que ir antes”, y toda otra serie de simplificaciones y frases hechas.

Si hay algo positivo en este conflicto, es que está empezando a descubrirse que hay cosas que con este estilo de gobierno, no se pueden solucionar. Está en crisis la gobernabilidad.

Y lo segundo positivo es que nadie quiere, al menos no se ha manifestado seriamente sobre el tema, que el gobierno se vaya. Más bien se está pidiendo que este gobierno gobierne y resuelva el conflicto.

Por alguna razón que se desconoce, este gobierno, no sabe, no quiere o no puede resolver el conflicto. Por las reacciones de nuestros gobernantes pareciera que tienen temor de que les hagan lo mismo que ellos les han hecho a otros. Que le den de su propia medicina.

Pero eso no importa, importan los resultados. Y el resultado que deseamos en una puja democrática es un ACUERDO basado en una NEGOCIACIÓN de cara a la sociedad.

Tengo la certeza que el motivo por el cual el conflicto se agrava es porque las metodologías utilizadas para el diálogo, las estrategias políticas, las técnicas de resolución de conflicto son obsoletas, antiguas, propias de un modelo que hasta hoy fue útil para gobernar, pero que la madurez de nuestra ciudadanía después de 25 años de democracia, no acepta.

Cuando un país se recupera y empieza a resolver sus necesidades más básicas (alimentación, vestimenta, etc.), automáticamente su nivel de calidad de demanda aumenta. Hoy la ciudadanía quiere calidad institucional, honestidad, federalismo, equidad, desarrollo (y no sólo crecimiento), paz y armonía (originada en acuerdos y no en silencios logrados con prebendas). Y el conflicto que enfrentamos aparenta ser económico, pero no lo es. Si lo analizamos en profundidad es político. Pero no político partidario como se lo quiere hacer pasar. Es el modelo político lo que estamos discutiendo.

Hoy hace falta un nuevo modelo. Que no es otra cosa que el modelo que, quien hoy es Presidenta, nos propuso en la campaña proselitista: calidad institucional, justicia, desarrollo y equidad. Yo escuché algunos de sus discursos y, aunque no la voté, coincidía con su diagnóstico.

Nuestro dilema hoy es: si volvemos a nuestras demandas básicas, o sea sostenemos nuestro modelo de subdesarrollo para que sobreviva el estilo de gobierno antiguo, o damos un salto de calidad y construimos un nuevo modelo que sea útil para la nueva etapa que necesitamos encarar. La era del desarrollo nacional.

Pero es necesario que nuestros gobernantes (ejecutivos, legislativos y judiciales) asuman (y asumamos) esa responsabilidad y pongan (y pongamos) a andar esta nueva rueda con la inteligencia de saber que hoy enfrente hay ciudadanos que tenemos (tienen) mucho que aprender, pero que no somos los mismos de hace 25 años. Somos pacíficos y tenemos cada vez más desarrollada una sensibilidad especial para detectar cuando nos quieren engañar o atropellar.

Hay un sólo instrumento, una sola tecnología necesaria y disponible: LA CONSTITUCIÓN NACIONAL. En estos días me he tomado el trabajo de releerla. Y al leerla me doy cuenta de que este conflicto ni siquiera debió haber surgido de habernos apegado a ella. Le propongo que hagan el ejercicio. Allí está todo escrito.

Propongámonos como en su Preámbulo “...constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino...”.

El actual gobierno tiene tres años y medio para hacerlo. Y sino, tanto el año que viene como dentro de tres años y medio hay elecciones para elegir alternativas. Tenemos que empezar a mirar desde hoy a quienes vamos a elegir como autoridades mañana. Ver que están haciendo, que piensan, cómo trabajan, etc., etc.

Y si la ciudadanía eligiera votar a otro que no sea el estilo que gobierna hoy, el perdedor también será responsable de que el nuevo gobierno termine su mandato constitucional. Aun cometiendo errores. Como sucede ahora.



* El autor es Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Azul

31.3.08

Problemas nuevos, Dirigentes viejos

Por Luis María Lafosse*

El conflicto disparado a partir del aumento de las retenciones y su desarrollo durante las últimas semanas ha dejado en evidencia dos puntos pendientes de resolución que se evidenciaron a fines de 2001.
El primero es que aquella crisis ética, social y política que estalló en 2001 aún no ha sido enfrentada y superada. Salvo la modificación en la composición de la Corte Suprema de Justicia, todas aquellas asignaturas pendientes, siguen pendientes. Los maquillajes a los que históricamente recurrimos dejan cada tanto ver que en el fondo no hemos aprehendido y corregido nuestros errores históricos. Vemos como todos los sectores mantienen y cuidan vicios en sus prácticas cotidianas que está demostrado, rozan no sólo al sector político que es el más visible y con más responsabilidad, sino que afectan a la sociedad transversalmente. Y como consecuencia nos vemos obligados a enfrentar estas situaciones extremas que nos ponen al borde de la anarquía.
El segundo es nuestra incapacidad demostrada para administrar crecimiento y desarrollo.
Nuestra historia a lo largo del siglo XX nos enfrentó, salvo algunas excepciones que no supimos sostener, a situaciones constantes de administración de crisis sucesivas basadas en ese proceso de decadencia que sostenemos todos los días. Y la demostración es que los escasos procesos de desarrollo vividos, fueron cortados en su estado incipiente. Nos apasiona la crisis, siempre queremos volver a ella. Toda nuestra capacidad intelectual y estrategias de relación y negociación están preparadas para la CONFRONTACIÓN. Pero no para la CONSTRUCCIÓN colectiva.
Las “crisis de crecimiento” como se ha mencionado en estos días, NO EXISTEN. Las crisis estallan por la incapacidad de administrar y gestionar DESARROLLO, que no es lo mismo que CRECIMIENTO. El desarrollo es GENERAL, el crecimiento es SECTORIAL.
La administración y gestión del desarrollo es un PROBLEMA NUEVO. Y quienes están al frente de este conflicto son en su mayoría DIRIGENTES VIEJOS. Viejos no por edad, sino por las ideas y pensamientos observados. Personas que más allá de las ideologías, demuestran que atrasan y no cuentan ni con las ideas ni con las estrategias que este conflicto requiere, más allá de los egoísmos sectoriales.
Tampoco tenemos la llave sobre cuáles son esas ideas y estrategias. Pero está claro que las ideas viejas no sirven para conflictos nuevos.
Necesitamos INNOVAR. Y la innovación siempre se da en un marco de incertidumbre y que hay que tener coraje para enfrentar.
Pero a simple vista surgen algunos puntos sobre los que arrancar para ENFRENTAR y SUPERAR esta situación, y no volver a APAGARLA y ESCONDERLA hasta el próximo estallido:
  • Lo que necesitamos no es DIÁLOGO, sino NEGOCIACIÓN. Diálogo ha sobrado durante los últimos cuatro años. Lo que no hay es negociación. La negociación debe estar orientada hacia el bien común y progreso general, ser transparente, con los papeles sobre la mesa y de cara a la sociedad. Y los acuerdos deben respetarse.
  • Lo segundo que se trasluce es la demostración de un gran desconocimiento de la realidad del otro. No logramos que los principales interlocutores se “pongan en los zapatos del otro”. Y es a partir de las visiones sesgadas y egoístas, que no es posible construir. Esta desinformación, ignorancia o interés manifiesto es atribuible también a algunos multimedios de comunicación nacionales cuyo rol en el desenvolvimiento de la negociación es trascendente y cuya intervención es lamentable.
  • No debemos utilizar la violencia para defender una posición. La frase más sabia dice: “si quieres obtener miel, no patees la colmena”. El recurso de la violencia verbal o física es la mayor manifestación de impotencia. El que pega como el que grita, es aquel que se quedó sin argumentos y fundamentos. Y el “nerviosismo” que en estos días observamos en algunos sectores y personas, es evidente.

Estas tres condiciones las considero claves para GESTIONAR el DESARROLLO y no mirar pasivamente el crecimiento que está demostrado que no modifica sustancialmente nuestras vidas.
¡Eso es el primer mundo! Son las bases de la CIVILIZACIÓN. Ni la tecnología ni la riqueza son la civilización. Más bien la riqueza de una nación (o sea el DESARROLLO), es una de las consecuencias de la CIVILIZACIÓN. Y ya vemos que lo que nos muestra la realidad es la barbarie que no tenemos el coraje de superar. En estos días hemos observado en las “bases” del conflicto actitudes de sabiduría, ética, cultura del trabajo y patriotismo. Tengo una gran esperanza en que una vez superada esta situación su actitud se va a traducir en COMPROMISO para construir para adelante. Porque a nuestros hijos les tenemos que heredar algo más que dinero.


* El autor es Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Azul y Coordinador del Plan de Desarrollo Estratégico de Azul